La nube de culpabilidad
Si no te sintieses culpable no podrías atacar, pues la condenación es la raíz del ataque.
La condenación es el juicio que una mente hace contra otra de que es indigna de amor y merecedora de castigo.
La culpabilidad es lo único que "oculta" a Dios. Los que se sienten culpables siempre condenan.
Liberarse uno de la culpabilidad es lo que deshace completamente al ego.
No hagas de nadie un ser temible, pues su culpabilidad es la tuya.
El mundo te puede dar únicamente lo que tú le diste, pues al no ser otra cosa que tu propia proyección, no tiene ningún significado, aparte del que tú viste en él.
Cuando condenas a otro, estás negando su libertad y al hacerlo, es a tí mismo a quien se la niegas.
Con igual facilidad podías haberlo liberado del pasado, y haber liberado de su mente la nube de la culpabilidad que lo encadena a él. Y en su libertad habrías encontrado la tuya.
Cada vez que condenas a alguien, te estás convenciendo a ti mismo de tu culpabilidad.
Si quieres liberarte de ella, deshace esos pensamientos con respecto a los demás.
La culpabilidad se encuentra siempre en tu mente, la cual se ha condenado a sí misma.
No sigas proyectando culpabilidad, pues mientras lo hagas no podrá ser deshecha.
La culpabilidad te ciega, pues no podrás ver la luz mientras sigas viendo una sola mancha de culpabilidad dentro de ti. Y al proyectarla, el mundo te parecerá tenebroso.
Si mirases en tu interior verías solamente amor, resplandeciendo serenamente y en paz. No tengas miedo de mirar en tu interior. El ego te dice que lo único que hay dentro de ti es la negrura de la culpabilidad, y te exhorta a que no mires.
Dentro de ti no se encuentra lo que crees que está ahí. Dentro de ti solo se encuentra el Amor perfecto.
Dios no te evalúa como tu te evalúas a ti mismo. Él se conoce a sí mismo, y conoce la verdad que hay en ti.
¿Puedes acaso ver culpabilidad allí donde Dios sabe que hay inocencia?
Puedes negar Su conocimiento, pero no lo puedes alterar.
Contempla la luz que hay en ti y date cuenta de que lo que temías encontrar ahí, ha sido reemplazado por el amor.
Resúmen de la sección IX del Capítulo 13 de Un curso de milagros.
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